Ya hemos hablado de los comentarios ocacionales en varias ocaciones, valga la redundancia. El ejercicio que presento hoy, sirve para dos cosas; primero para practicar nuestras habilidades sociales y segundo para seguir perdiendo la verguenza al acercamiento. Los comentarios ocasionales son la mejor forma de comprobar que la gente no muerde y que además, suele ser simpática. Comentarios ocasionales son los típicos comentarios que se hacen en sitios públicos como:
- Un bar
- El bus (o la parada del bus)
- El metro
- Una tienda
Cuando alguien hace esto tú te sientes obligado a responder con un: “si” y algunos con un “si… bla bla…”. Quedarse callado ante un comentario de otra persona es de mala educación y la gente no quiere parecer maleducada, a la gente le gusta decir que va a la moda, y ser un tímido o antisocial "no es estar a la moda"… Además todos hemos preguntado alguna vez por una calle y nos gusta que sean educados, por ello, la gente a primeras siempre es educada, menos, claro está con vendedores o cosas similares.
Por lo tanto empieza a hacer comentarios suaves: “que día tan negro se ha puesto”. “este autobús siempre tarda un montón”, verás como la gente pone su granito de arena haciendo un comentario. Estos comentarios también sirven como rompehielos, como lo explique en otro post. La diferencia es, que no hace falta que sigas hablando, solo debes hacerlo para comprobar que la gente responde.
Así que empieza con comentarios suaves, sube la frecuencia con que los haces y luego puedes hacer comentarios que incluyan tu persona, por ejemplo: “ya llego tarde otra vez y al llegar tarde mi jefe se pilla unos berrinches que ni un niño pequeño con un caramelo”. Pero esto, es paso a paso.
Saludos!
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