jueves, 29 de septiembre de 2011

Día 229/245 Fundamentos: Persistencia


Un rasgo característico de un hombre exitoso es la persistencia. Es no rendirse ante el primer obstáculo, o negativa. Para mí este es uno de los rasgos que toda persona que quiere ser exitoso debería poseer, porque la clave del éxito con las personas, en los negocios, en el control de peso es la PER-SIS-TEN-CIA.

Siempre necesitarás ser persistente si quieres triunfar y obtener cosas mejores en lo que haces. A veces tendrás que redefinir tus métodos e incluso tus metas sutilmente, pero si eres persistente serás una máquina imparable, una fuerza de la naturaleza que obtiene lo que se propone, tendrás todo lo que quieras.

Nunca deberías resignarte en la búsqueda de tus metas. Nunca deberías dejar de perseguir aquello con lo que sueñas, aquello que sabes que te dará satisfacción. El que fracasa es aquel que se da por vencido demasiado pronto.

Nunca renuncies. Esta es la diferencia entre los ganadores y los perderdores. Los que se rinden y renuncian nada más empezar, y los que luchan, trabajan duro, luchan, trabajan duro, y luchan sin parar.

Los hombres detestamos cometer errores que no podemos arreglar o solucionar. Estoy seguro que en nuestra programación genética hay un deseo que nos mueve a hacer las cosas bien, que funcionen, y esto implica que cuando nos equivocamos en una relación, o en algún proyecto, tenemos el fuerte deseo, incluso obsesión, por cambiar las cosas y arreglarlas. El problema es que nos bloqueamos, nos negamos a cerrar puertas y a cambio de eso obtenemos que no aprovechamos nuestro tiempo y fácilmente quedamos atascados, perdiendo oportunidades únicas y agazapados en un estado de tristeza y melancolía que nos arrebata planes, proyectos y metas.

Lo más práctico y funcional (así no sea necesariamente lo más fácil) es ser práctico y seguir caminando. Empezar de nuevo.

Y sí, no ignoro que volver a empezar es una de las cosas más jartas. Volver a empezar con una nueva relación o con un nuevo proyecto, contar otra vez las mismas historias que ya habías contado, y comenzar de cero es una de las cosas jartas de terminar.

Es como construir de nuevo una casa que un huracán se ha llevado, preferirías agarrar los tres ladrillitos que quedaron en pie y hacer de ellos tu sala, tu cocina y tu habitación, pero ya no es suficiente, es necesario empezar. Seguramente podrás hacer una nueva casa más resistente, más bonita y más cálida.

No cabe duda que la tenacidad, la perseverancia y la fe son valores que nos ayudarán a lograr el 90% de nuestras metas.

Saludos!

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